Dicen que no nunca te acostarás sin saber algo más y es cierto pero recién iniciado al tiro con arco mi sorpresa fue mayúscula al descubrir que mi ojo dominante para apuntar es el izquierdo
Dicen que no nunca te acostarás sin saber algo más y es cierto pero recién iniciado al tiro con arco mi sorpresa fue mayúscula al descubrir que mi ojo dominante para apuntar es el izquierdo